Artículo comentado por: Dr. Santiago Pérez Tarazona. Hospital Universitario La Fe, Valencia
Los criterios diagnósticos actuales de displasia broncopulmonar (DBP) están siendo cada vez más cuestionados, pues se basan estrictamente en el nivel y duración de la oxigenoterapia, y no tienen en cuenta parte de los cuidados que se aplican en la actualidad en el prematuro, ni predicen adecuadamente la morbilidad respiratoria de los años posteriores.
Este estudio tiene como objetivo principal determinar cuál de las 18 definiciones de DBP, basadas en diferentes estadios de gravedad a las 36 semanas de edad postmenstrual (EPM), predice mejor la existencia de morbilidad respiratoria grave entre los 18-26 meses, o la muerte tras las 36 semanas de EPM.
Se trata de un análisis retrospectivo de datos obtenidos de forma prospectiva de la NICHD Neonatal Research Network. La población la componen 2677 RNPT < 32 semanas, nacidos entre 2011-2015.
Como morbilidad respiratoria grave se incluyó: necesidad de traqueotomía, permanecer hospitalizado a las 50 semanas de EPM, ³ 2 hospitalizaciones por causa respiratoria o empleo domiciliario de oxígeno durante el seguimiento (18-26 meses). La capacidad predictiva de cada definición se analizó mediante el área bajo la curva ROC calculada mediante regresión logística ajustada.
La mejor definición fue la que catalogó como “no DBP” a los niños que no precisaban oxígeno suplementario ni soporte respiratorio a las 36 semanas de EPM, y clasificó la gravedad de la DBP según el soporte respiratorio en “grado 1”: cánula nasal con flujos £ 2 lpm; “grado 2”: cánula nasal con flujos >2 lpm o VMNI; y “grado 3”: necesidad de VMI. Esta definición clasifica correctamente la presencia o ausencia de morbilidad respiratoria grave/mortalidad tardía en el 81% de los recién nacidos de la cohorte (área bajo la curva: 0,785).
La principal ventaja es que la capacidad predictiva alcanzada es independiente de las necesidades de oxígeno anteriores a las 36 semanas de EPM, y de las que persistan en el momento de la evaluación (Tabla), lo cual simplifica enormemente el estadiaje en la práctica y evita la variabilidad entre los centros. Además, es una clasificación basada en datos objetivos sobre evolución respiratoria más que en consenso de expertos. Por último, se ajusta mucho más a los tiempos actuales al permitir clasificar a los niños que emplean cánulas de alto flujo, modalidad de soporte no incluida en el anterior consenso al no estar por entonces disponible.
A falta de estudios que avalen la validez de estos criterios diagnósticos, la evidencia científica en la que se sustentan es suficiente para comenzar a plantear su aplicación en la práctica clínica.
Aire ambiente (no soporte).
No evaluación del criterio de O2 más allá de 28d |
CN £ 2 L/min (“bajo” flujo) | CN >2 L/min (“alto” flujo) | CPAPn
nIPPV |
Ventilación invasiva | |||
FiO2 <0,3 | FiO2 ³0,3 | FiO2 <0,3 | FiO2 ³0,3 | Cualquier FiO2 | FiO2 <0,3 | FiO2 ³0,3 | |
No DBP | Grado 1 | Grado 2 | Grado 3 |
The Diagnosis of Bronchopulmonary Dysplasia in Very Preterm Infants: An Evidence-Based Approach
Erik A Jensen , Kevin Dysart , Marie G Gantz , Scott McDonald , Nicolas A Bamat , Martin Keszler , Haresh Kirpalani , Matthew M Laughon , Brenda B. Poindexter , Andrea F Duncan , Bradley A Yoder , Eric Eichenwald , Sara B DeMauro , and , The Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development Neonatal Research Network
Am J Respir Crit Care Med. 2019 Apr 17. doi: 10.1164/rccm.201812-2348OC.